Estamos acostumbrados a leer las etiquetas de los productos alimenticios que habitualmente consumimos para detectar aquellos aditivos alimentarios perjudiciales o nocivos para nuestro organismo, lo que raramente hacemos es escudriñar los ingredientes de uno de los productos de higiene más utilizado en todo el mundo: la pasta de dientes.
Efectivamente la pasta de dientes contiene todo un batallón de productos químicos, muchos de ellos dudosamente saludables, que tratan de prevenir y combatir los problemas dentarios más habituales.
Con el fín de aportar un poco de luz a las tinieblas del contenido de la pasta de dientes, paso a detallar y analizar los ingredientes más frecuentes que podemos encontrar:
Lauril Sulfato Sódico
Se trata de una sustancia química generadora de espuma que favorece el efecto de limpiado de los dientes aflojando los residuos de la superficie de los mismos y manteniendo éstos en suspensión para ser eliminados fácilmente con el enjuagado.
Es por tanto, un detergente sintético con efecto surfactante – generador de espuma – que es usado en otros productos de higiene personal como jabones y champús. Realmente el efecto espuma se ha comprobado que no mejora la capacidad de limpieza, se añade para lograr que el producto sea visualmente más atractivo.
Según la Agencia Estadounidense de Alimentos y Fármacos este componente químico se considera seguro hasta una concentración máxima del 50% siempre y cuando la piel se enjuague de inmediato. No es aconsejable para personas con piel o mucosas sensibles que acostumbren a padecer aftas bucales recurrentes, pues está comprobado que el Lauril sulfato de sodio puede producir irritaciones de piel, causar eczemas y provocar dolorosas aftas bucales.
Aftas Bucales
A pesar de que no supera el 2% de la composición total de la pasta de dientes, el hecho de que la boca sea una de las partes más absorbentes del nuestro cuerpo, especialmente la zona sublingual, y la recurrencia en la exposición a esta sustancia química en cada cepillado de dientes, parece aconsejable evitar pastas dentales con este producto que no aporta gran beneficio a nuestros dientes.
Flúor y Fluoruros
Está contrastado que la presencia del Flúor en las pastas dentales ayuda a proteger contra la caries, fortalece el esmalte dental y contribuye a la remineralización de los dientes. Suele encontrarse en la composición de los dentífricos en forma de fluoruro sódico, monofluorofosfato sódico y fluoruro estañoso.
A pesar de sus grandes beneficios el flúor en la pasta de dientes es controvertido, pues el cuerpo lo absorbe de manera importante a través de la encías y mucosas. Recordemos que un exceso de fluoruro – compuestos que contienen el ión flúor – es perjudicial para la salud por lo que este compuesto no suele superar el 0,10% en la composición total de las pastas dentales.
El problema es que los fluoruros están muy presentes en la naturaleza y es del todo imposible conocer el flúor que ingerimos, a modo de ejemplo se encuentra presente en patatas, manzanas, guisantes, espinacas, sardinas, etc y bebidas como el té y el agua corriente que suele ser fluorada. Conviene por tanto, limitar una sobre-exposición al flúor, especialmente en niños que están formando los dientes donde demasiado flúor puede provocarles fluorosis dental, es decir manchas blancas en los dientes que pueden degenerar en una fluorosis severa con manchas irreversibles en la dentadura de color café y una superficie dental áspera y picada.
Fluorosis Dental
Por todo ello, cabe reflexionar si no sería más conveniente en vez de formar una capa protectora en la superficie de los dientes para evitar los ácidos que generan la caries, tal como el flúor actúa, evitar que los ácidos se formen manteniendo los dientes limpios y limitando la ingesta de alimentos con alto contenido en ázucar.
Triclosán
Es otra de las sustancias químicas presentes en la composición de la pasta de dientes debido fundamentalmente a sus propiedades antibacterianas. En nuestra boca crecen bacterias que utilizan residuos de alimento y saliva para desarrollarse y adherirse a los dientes en lo que conocemos como placa bacteriana. Esta placa bacteriana genera ácidos que atacan el esmalte de los dientes, pueden irritar las encías provocando episodios de gingivitis – encías sangrantes, enrojecidas e inflamadas – y otras enfermedades periodontales – daños en los tejidos de los dientes -.
El Triclosán es un poderoso agente antiplaca que inhibe el crecimiento bacteriano, pero no todo son bondades en éste compuesto químico, ha sido cuestionado por su toxicidad, al parecer estudios señalan que altera el sistema endocrino y contribuye al aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos. Tal es así que la Unión Europea ha limitado su uso a una concentración máxima del 0,30% en la pasta de dientes y la ha prohibido en otras categorías de cosméticos, en esa misma linea parece que está actuando la Agencia Estadounidense de Alimentos y Fármacos.
Gingivitis
Ya lo dice el refranero español ‘más vale prevenir que curar’, con una buena rutina de limpieza bucal tanto con un cepillado como el uso de hilo dental, la ingesta de frutas y verduras crudas, y no abusar de productos azucarados se pueden evitar las pastas dentales que contienen este componente tan controvertido.
Pirofosfato
Ya se mencionó que la placa bacteriana forma una base pegajosa y transparente en los dientes, cuando esta placa no se elimina de forma habitual se endurece hasta formar una sustancia amarillenta denominada Sarro.
En realidad, simplificándolo un poco, se van formando pequeñas cristalizaciones de fosfato de calcio dentro de la placa que finalmente se endurecen formando cálculos, los pirofosfatos ayudan a reducir la acumulación de cálculos frenando el crecimiento de los cristales en la superficie del diente y evitando que se formen más cristales. Lo que no hace es eliminar el sarro ya endurecido que deberá ser eliminado por una limpieza profesional de un odontólogo.
Sarro Dental
Nitrato Potásico y Cloruro de Estroncio
Entre los compuestos que ayudan a combatir la sensibilidad dental destacan especialmente dos ingredientes efectivos tal como señala la Asociación Dental Americana: El Nitrato Potásico y el Cloruro de Estroncio.
A pesar de que ambos son agentes desensibilizantes actúan de manera diferente. Mientras el Nitrato potásico protege los nervios sensoriales en la línea de las encías inhibiendo el impulso de dolor del nervio, el Cloruro de estroncio construye una barrera que bloquea los millones de microtúbulos dentinales que atraviesan el diente hacia el nervio.
Las dos sustancias tienen una eficacia clínicamente demostrada frente a la hipersensibilidad dental y se utilizan como compuestos esenciales en las pastas específicas para dientes sensibles.
Ahora bien una puntualización, las pastas de dientes sensibles proporcionan un alivio temporal del dolor. La hipersensibilidad dental puede deberse a fracturas dentales, caries, bruxismo o recesión de la encía u otros problemas que puedan necesitar atención inmediata por un odontólogo.
Hipersensibilidad dental
Clorhexidina
La Clorhexidina es un compuesto que posee propiedades antisépticas que elimina e inhibe el crecimiento bacteriano sobre tejido vivo. En la pasta de dientes aparece en forma de sales – diclorhidrato, diacetato o digluconato de clorhexidina – y se aplica para combatir la placa dental, tratar la gingivitis y periodontitis o después de cirugías e implantes.
Oscurecimiento dental
Es un buen sustitutivo del Triclosán, aunque como efectos adversos, aunque reversibles, mencionar que un uso prolongado puede provocar tinciones grises en los dientes y disminución también pasajera del sentido del gusto.
Sílice, Carbonato Cálcico y Oxido de aluminio
Son sustancias minerales que actúan como agentes abrasivos y pulidores, es decir ayudan a limpiar la superficie dental por fricción eliminando manchas o pigmentaciones dentales.
En la composición de la pasta de dientes alcanzan el 20% sobre el total. Se ha de evitar elegir pastas dentales con muchos agentes abrasivos, pues son muy agresivas con los dientes y contribuyen a un desgaste prematuro de éstos. No conviene combinar este tipo de pastas abrasivas con cepillos de cerdas excesivamente duras que no hacen más que agravar el problema de abrasión dental.
Abrasión dental
Bicarbonato Sódico
El Bicarbonato Sódico es un antiácido sólido de apariencia y textura cristalina, de color blanco el cual es soluble al agua con un sabor ligeramente alcalino.
Es un compuesto con muchas propiedades para la salud, pero en lo que atañe a la salud dental se utiliza para modificar el pH de la placa bacteriana, y la actividad de las bacterias que causan la caries dental.
Las comidas ricas en azúcares y carbohidratos contribuyen a la formación de placa bacteriana que alimenta los microorganismos que generan acidez en la boca. Los ácidos van provocando una progresiva erosión del esmalte y una pérdida del contenido mineral de éste, el bicarbonato por sus propiedades alcalinizantes neutraliza la acidez, restaurando el nivel de PH.
Erosión del esmalte
El Bicarbonato sódico por otra parte, también se utiliza como agente abrasivo y pulidor que ayuda a limpiar y blanquear los dientes, y es muy común encontrarlo en el contenido de la pasta de dientes.
Peróxido de hidrógeno y Peróxido de carbamida
Estos dos compuestos activos blanqueantes suelen incorporarse en las pastas dentales blanqueadoras. En realidad son básicamente iguales, el peróxido de carbamida no es más que peróxido de hidrógeno más urea, que al ponerse en boca libera peróxido de hidrógeno en una proporción 1:3.
El peróxido blanquea los dientes al penetrar en el éstos y reaccionar con las moléculas que provocan manchas o cambios de color. Pero actúan de modo diferente, mientras el peróxido de hidrógeno se descompone inmediatamente, el peróxido de carbamida tarda algo más en liberar su poder blanqueador.
La Unión Europea ha limitado las concentraciones de estos dos compuestos en la pasta de dientes que puede venderse libremente sin receta médica: 0,1% para peróxido de hidrógeno y 0,3% para peróxido de carbamida. Con estas concentraciones la eficacia como blanqueante es muy limitada, pues el agente blanqueador necesita tiempo y concentración para actuar, lo que si es útil es para mantener el blanco de los dientes a lo largo del año y eliminar manchas superficiales del esmalte.
Blancorexia dental
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